martes, 22 de mayo de 2012

Más de dos millones de niños viven en la pobreza en España

Las crisis económicas siempre azotan a los más débiles y esta no podía ser una excepción. Casi 2,2 millones de niños viven por debajo del umbral de la pobreza en España (menos del 60 por ciento de la mediana de los ingresos anuales por hogar). Esta cifra supone 205.000 menores más que hace dos años, según el informe Infancia en España 2012-2013 presentado ayer por Unicef España, que alerta de que por primera vez los pequeños se convierten en el grupo más pobre en el país y en el más afectado por la crisis.
En este sentido, subraya que la pobreza en este colectivo, estabilizada durante años en torno al 24 por ciento de la población menor de edad, ha superado el 26 por ciento, un porcentaje que está casi cinco puntos por encima de la media nacional en 2011 y que nunca se había alcanzado para esta franja de edad desde que existe la Encuesta de Condiciones de Vida (2004). Además, destaca que el número de hogares con niños con todos sus miembros adultos sin trabajo ha crecido un 120 por ciento entre 2007 y 2010, casi dos veces más que el total de familias.
En cuanto a la persistencia de la pobreza, la indigencia crónica ha aumentado en un 53 por ciento desde 2009 (aquellos que llevan tres de las cuatro últimas anualidades por debajo del índice de solvencia). Otro dato destacable es que en 2010 el 13,7 por ciento de los niños vivía en hogares con un nivel de necesidad alto (familia con dos menores de 14 años y con ingresos inferiores a 10.983 euros anuales), siendo la cifra más elevada de todos los países de la UE de los 15, y solo por debajo de Rumanía y Bulgaria.
Por otro lado, el número de unidades con bajos ingresos que reciben ayuda de la Seguridad Social por cada hijo a cargo se sitúa en más de un millón en 2011, lo que ha supuesto un crecimiento de casi 100.000 en los últimos dos años. Estos datos han producido, según Unicef, que haya un cambio en las costumbres de consumo, afectando en un primer momento a actividades de ocio, pero que se ha extendido también a la educación de los hijos, la participación en actividades extraescolares y finalmente a la alimentación.
La directora ejecutiva de Unicef España, Paloma Escudero, señaló que «los costes de no actuar ahora no solo afectan a los niños y las familias más vulnerables, sino que comprometen el crecimiento y el bienestar de toda la sociedad a medio y largo plazo», subrayó.

Los más débiles. La organización internacional propone recuperar el rostro humano del impacto que la crisis está suponiendo en la infancia, cuando son los últimos responsables de esta coyuntura y los que menor capacidad tienen para enfrentarse a ella.
Así, desde el punto de vista psicológico,  Unicef destaca que los pequeños perciben y, en ocasiones, sufren el aumento del estrés de los adultos, provocando tensión en las relaciones intrafamiliares y modificando las probabilidades de futuro de padres e hijos, lo que provoca que cambien los roles de los adultos y que muchos niños se sientan culpables de la situación creada.
Para Unicef, estas cifras hacen «necesario» proteger los derechos de los menores y defiende que el coste de oportunidad social y económico de no intervenir a medio y largo plazo es «muy alto». De este modo, señala que es «urgente e importante» apostar por la infancia y pide que las políticas sobre este colectivo vuelvan a la agenda política, porque dicha apuesta es «estratégica y conservadora».

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Free Minnie Mouse Cursors at www.totallyfreecursors.com