viernes, 15 de junio de 2012

EL AISLAMIENTO CARCELARIO: LA PRISION TIPO F, UTILIZADA EN CENTROS DE MENORES



Para llegar a esto, bastó sencillamente encerrarlos en celdas escasamente iluminadas, abandonarlos en estas condiciones por largos periodos, logrando mediante este método que los mismos prisioneros solicitaran tener contacto con quienes los habían sometido a interrogatorio. En esta situación de quiebre, los prisioneros terminan por afirmar todo lo que se les pregunta en el interrogatorio. La NASA, reconstruyendo las condiciones en que encontraron a los prisioneros de Corea, confirma que mediante el aislamiento total de un ser humano se puede conseguir su completa adhesión y su adaptación o destrucción, sin ninguna intervención de violencia física exterior.

Se trata de un local del tamaño de una celda donde los muros y el escaso mobiliario son blancos, perfectamente aislados del exterior; sin luz natural, sin sonidos que vengan a perturbar el silencio absoluto. La comida es pasada por un tapiz al prisionero, para que no pueda ver nada del exterior. Los resultados de tal experiencia enseñan que el prisionero más determinado a resistir sólo ha podido resistir dos días y una noche
Conviene ante todo destacar el aspecto puramente concreto de estas prisiones. El prisionero político es puesto en una celda individual de 2 metros por 3, a la que accede por una puerta acorazada. Los cuatro muros están pintados uniformemente de un blanco monótono a veces con la añadidura de una minúscula ventana, en lo alto.

Todo es hecho para que el prisionero no tenga que salir a los servicios higiénicos: una cama, una mesa y una silla constituyen la única presencia material. No a los libros, no a la música; nada. La comida es pasada a través de una trampa, como se hace para nutrir a una bestia. El conjunto es insonorizado y el mundo físico del prisionero es reducido a una distancia de tres metros, circundada de un silencio agobiador. A eso se suma el de un uniforme, de los registros a cuerpo desnudo, una censura aumentada, como también, la supresión o la limitación de las visitas de los padres y amigos, la imposibilidad de hablar a otros presos. Existe una analogía que permite asociar la cárcel a un cementerio y la celda a un sepulcro.

1 comentario:

  1. Cuestionamos que sea legítimo aplicar una ley penal a los menores que, por serlo, deben ser penalmente irresponsables por carecer de madurez y responsabilidad plena (si no, porque no pueden votar o comprar una casa...). No decimos que no tengan ninguna responsabilidad sobre sus actos, sino que no deben ser penalmente responsables por estar su personalidad en proceso de formación, y lo que favorece ese proceso es la educación y no el castigo.
    Precisamente el proceso penal fomenta la irresponsabilización de los acusados, ya que para salir con bien lo que necesitan no es asumir lo que han hecho e intentar no repetirlo, sino conseguir que no se demuestre, siendo para ello legítimo mentir o hacer cualquier trampa legal para evitar el castigo.

    ResponderEliminar

Free Minnie Mouse Cursors at www.totallyfreecursors.com