Los pensionistas españoles, que actualmente no pagan nada por los
medicamentos, deberán abonar un 10% de su valor, con un límite de entre 10 y 20
euros al mes, mientras que los trabajadores activos, que ya abonan el 40% de
las recetas, verán elevada su aportación hasta el 50% o el 60%, en función de
la renta. Esa es la propuesta que el Gobierno ha planteado a las comunidades
autónomas y que hoy será debatida en el Consejo Interterritorial de Salud para
que sea aprobada por el Consejo de Ministros del viernes, según han explicado
en México fuentes del PP. “Se pasa de un sistema en el que se paga en función
de la edad a otro en el que se pagará según la renta”, han subrayado las mismas
fuentes.Y, en principio, se zanja así un debate entre el Ejecutivo y los
populares, e incluso entre ministros del Gabinete de Rajoy, lleno de mensajes
contradictorios y que evidenció la falta de coordinación política en este
ámbito.
Se pasa de un sistema en el que se paga en función de la edad a otro en el
que se pagará según la renta
La principal novedad es que se acaba con la gratuidad de las medicinas para
los pensionistas. Salvo que finalmente se acepte alguna excepción, todos los
pensionistas deberán abonar el 10% de sus medicamentos. Eso sí, quienes paguen
más de 10 euros al mes durante tres meses seguidos tendrán derecho a que se les
reembolse la diferencia. El límite se elevará a 20 euros para quienes perciban
las pensiones más altas. Respecto a los trabajadores activos, estos pasarán de
abonar el 40% del precio de los medicamentos a pagar el 50%. También en este
caso, quienes disfruten de rentas más altas —en torno a 100.000 euros al año o
más— tendrán que pagar el 60%, un 20% más que ahora. La aplicación de este
sistema requerirá la generalización de la tarjeta electrónica, en cuyo
microchip se incluirá la información tributaria.
Solo se tendrán en cuentan las rentas, pero no el patrimonio. Con estas
medidas se espera ahorrar unos 3.700 millones de euros, de los 10.000 que el Gobierno quiere recortar en Sanidad y Educación.
Aunque estudia muchas más medidas, hasta 50, de momento descarta el copago de
servicios médicos —consultas, intervenciones, etc.— o los ligados a la
hospitalización (catering, noche de hospital, etc). Habrá un régimen especial
para los medicamentos de enfermos crónicos (como diabéticos) y se estudiará la
posibilidad de eximir de estos pagos a los desempleados sin subsidio. “No es lógico
que un parado con familia y sin ayudas pague el 40% y un jubilado con 1.500
euros de pensión no pague nada”, aducen las mismas fuentes.
Sin desvelar su contenido, el presidente del Gobierno, Mariano Rajoy,
se ha referido en la noche del martes de forma velada a los citados recortes.
En un encuentro con la colonia española de México en la residencia del
embajador, ha defendido las reformas adoptadas por el Gobierno y ha mostrado su
“voluntad decidida de tomar las decisiones que haya que tomar, incluso esta
misma semana, decisiones que a nadie le gusta tomar, pero que son
imprescindibles”. Por la mañana ya había anticipado que el Consejo de Ministros
del viernes adoptaría medidas sobre Educación, Sanidad y Servicios Sociales.
Estoy de acuerdo ya que en nuestro Sistema Sanitario se destruyen más de 3.700 toneladas de medicamentos financiados con dinero público sólo a través del sistema de recogida en farmacias, sin contar los que se tiran a la basura. Además, los expertos opinan que en nuestro país existe un consumo muy elevado de medicamentos y su acumulación domiciliaria inservible se eleva hasta el 10% del gasto farmacéutico.
ResponderEliminarLa Reforma Sanitaria que impulsa el gobierno está dirigida a evitar esa acumulación innecesaria de medicamentos a la vez que a su indebida utilización.
Esta medida contribuirá a racionalizar el gasto farmacéutico y a demandar menos recetas sino son necesarias.