Grupos feministas y expertos cuestionan la necesidad de otra ley de violencia de género

BILBAO. "Es imposible combatir la violencia que se ejerce contra las mujeres sin ir a sus causas y sin vincular las actuaciones a políticas de igualdad". Esta es la opinión generalizada de los técnicos y especialistas de Igualdad del Gobierno vasco y de los movimientos feministas de Euskadi para mostrar su frontal rechazo al anteproyecto de ley contra la violencia machista que elabora el Departamento de Interior del socialista Rodolfo Ares. Un anteproyecto que no tiene en cuenta esta premisa y que contradice las pautas de los organismos internacionales que recomiendan abordar el maltrato en el contexto global de la desigualdad. El grupo técnico observa en los planes de Interior "un cambio sustancial del enfoque y del modelo de intervención de la ley de 2005".

El cuestionamiento y las discrepancias en torno al anteproyecto están alcanzando tal nivel, incluso en las filas del PSE inspirador del mismo, que la portavoz del Ejecutivo López tuvo que reconocer el martes, tras la reunión del Consejo de gobierno, la polémica interna sobre la ley de violencia sexista. Desde la Diputación Foral de Gipuzkoa, Alternatiba y la parlamentaria del EAJ/PNV Amaia Arregi se han sumado a las críticas que no cesan por la nueva ley. "Es innecesaria, ya que no existe ningún vacío legal, sino una necesidad de desarrollo reglamentario de marco actual. Interior pretende crear un sistema paralelo que copia el modelo de Emakunde, y que, en la práctica, supondrá una duplicidad de planes, prácticas y estructuras", censuran.

Ana Etxarte, portavoz de Alternatiba, en sintonía con las asociaciones de mujeres, acusa directamente a Interior de usar la violencia de género con afán de protagonismo. "El departamento de Ares se empeña en tramitar la norma, a pesar del rechazo generalizado que ha suscitado dentro y fuera del Gobierno vasco", añade.

En esta misma línea, la jeltzale Amaia Arregi muestra su tristeza, "porque un tema como es la violencia machista, en el que todos teníamos que trabajar unidos, esté sirviendo para dividir y dejar a Emakunde sin competencias. Es una pena que el Instituto Vasco de la Mujer, con el prestigio internacional que se ganó a pulso durante las anteriores legislaturas, esté siendo ninguneado", añade. Mientras, como si la polémica no fuera con ella, la directora de Emakunde, María Silvestre, rehusó comentar con DEIA las nuevas competencias que busca asumir Interior en violencia sexista.

"El anteproyecto promueve una clara separación de las políticas de igualdad por un lado y las políticas dirigidas a combatir la violencia contra las mujeres, por otro. Este enfoque es completamente erróneo; es imposible y peligroso desvincular la violencia de género de su raíz que no es otra más que la desigualdad entre hombres y mujeres, porque ese hilo argumentativo nos lleva irremediablemente a deducir que si las causas no son la desigualdad será que los maltratadores tienen algún tipo de problema", dice Amaia Arregi, en sintonía con las asociaciones de mujeres que llevan trabajando décadas contra la desigualdad.